Fuiste y serás mi gran amor
el de mi cabeza
el de mi corazón
el del reconocimiento colgado en la sala
junto a la cocina
El inalcanzable,
el imposible
el que no puede estar conmigo
el que la vida me alejó
El que quiere,
pero no le es posible
el alejado,
el que me sueña,
el que piensa en mi.
El que despues de años decide escribirme,
el que me ama
al que he esperado años para abrazar como Penelope,
sentada en el banco de la esperanza
ese desgastado que se burla al verme acercarme a el,
el banco que me sostiene,
que me soporta
como yo soporto la idea de tenerte guardado en el podría
haciendo a un lado el hubiera,
borrando el será.
Yo, desparramada sobre el banco,
como la esperanza de verte
floja, diluida,
como tus palabras.
El papel de tus recuerdos ya desgastado, marchito
un te amo estudiantil,
graduado en la licenciatura de la esperanza
de la carrera de la paciencia,
próximo a graduarse del doctorado del Nunca Más.
Tu, siempre presente
como clase anticuada de materia optativa
de esa que existe pero que no aporta mucho.
ni la veladora de la ilusión de verte sigue prendida
pero el nicho especifico de tu espacio sigue intacto
con mas polvo, sin mas oraciones
intacto e inmóvil, como las intenciones del amor mutuo
como el valor de las palabras digitales
Tú_ mi gran amor,
el del tiempo añejo
el de la cruda verdad
el que es a destiempo.
el que nunca está.
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