Un rompecabezas inmenso en mi pecho,
Lleno de piezas faltantes,
Algunas oscuras, otras brillantes
Todas mías
Perdidas, marchitas, manchadas y secas.
Algunas irrompibles, otras irremplazables.
Todas necesarias.
Días enteros buscando donde encajan
Noches y meses colocando cada pieza.
Y los vacíos en ellos, tan pequeños y profundos
Tan fundamentales y absurdos.
Tan difícil es encontrar al ente humano que traiga las piezas y las coloque en su lugar.
Otras almas han entrado colocando pieza pero al irse se llevan más.
Tan fácil la forma de destruirlo.
Porque las almas toman parte de mi para completarse.
Pero pocas dejan sus piezas para construirme.
Las principales, las más importantes aún permanecen mías.
Tanto que me costó crearlas.
Pero solas o con faltantes no son lo mismo.
Permanecen exhibidas como radar buscando las demás piezas.
Son fuertes y de metal.
Un poco oxidadas algunas pero sólidas y solitarias.
Pero que es un cuadro de Van Gong si hay espacios blancos en su pintura ? Nada
No se puede subir al cielo si la escalera está falta de peldaños.
Pero si en la inmensidad del tiempo las piezas correctas no embonan tendré que crearlas yo para curar mis huecos,
Y quizá un alfarero furtivo llegue a hacerlas encajar.
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